Si no sabes qué es un tanque de privación sensorial, no te preocupes. No estas solo.
Un dispositivo de más de 60 años, el tanque de privación sensorial fue utilizado por primera vez en 1954 por un médico y neuropsiquiatra llamado John C. Lilly en un esfuerzo por examinar los efectos del estímulo en la mente humana. Aunque primero y principalmente se utiliza para la relajación y la meditación, hay algunas pruebas prometedoras que sugieren que algunos de los síntomas de la fibromialgia podrían ser tratados o al menos mantenerse a raya por sesiones frecuentes.
Entonces, ¿cómo es un tanque de privación sensorial?
Un pequeño recipiente esférico o rectangular con 10-12 pulgadas de agua que se calienta hasta 98.6 grados Fahrenheit (para simular la temperatura media del cuerpo humano), un tanque de privación sensorial es negro como la brea y prácticamente insonorizado. Con el agua saturada de 800-1200 libras de sal de Epsom de grado médico para aumentar la flotabilidad y evitar la posibilidad de que una persona se duerma y se dé la vuelta, el usuario queda suspendido entre el agua y el aire calentados en un esfuerzo por simular la ingravidez y lograr la máxima relajación. A medida que el cuerpo se relaja y no puede decir dónde termina su cuerpo y comienza el agua, la combinación de la pérdida de la vista y la audición comienza a alentar un ritmo cardíaco más lento, una producción disminuida de cortisol, la bioquímica a menudo asociada con altos niveles de estrés.
¿Qué podría significar esto para aquellos que sufren de fibromialgia?
Con síntomas como una mayor sensibilidad a la luz, el sonido y el dolor, los beneficios a corto plazo de los tanques de privación sensorial son obvios. Una habitación insonorizada e insonorizada, diseñada para maximizar el confort y el flujo sanguíneo, es casi la terapia perfecta para estos síntomas que a menudo afectan crónicamente a quienes padecen fibromialgia.
Otros síntomas como el insomnio, la depresión y la ansiedad son más especulativos en sus afirmaciones beneficiosas, pero también existen estudios que relacionan la disminución del estrés y la disminución de cada una de estas cosas. Otro vínculo interesante es la teoría de que la fibromialgia podría estar estrechamente relacionada con la falta de niveles adecuados de magnesio del cuerpo, un elemento que es increíblemente frecuente en la misma sal de epsom de calidad médica que se usa en tanques de privación sensorial para aumentar la flotabilidad.
En conclusión, todavía hay mucho más estudio por hacer para vincular los efectos de la terapia de tanque de privación sensorial y la fibromialgia, pero podría haber resultados prometedores en el horizonte. Se puede encontrar más información sobre el Proyecto Flotante Fibromialgia aquí.