Un hombre enfermo de fibromialgia logra que un juzgado le reconozca la incapacidad total

La mayoría de los casos que aterrizan en los juzgados son de mujeres que sufren esta dolencia, que Miguel Ángel padece en su nivel «más alto»

YENALIA HUERTAS

Miguel Ángel García, un granadino de 46 años que ha sido durante 30 carpintero, tiene la salud y el ánimo hechos serrín. Usa un andador porque le cuesta caminar y no tiene fuerzas ni para sonreír. Es uno de los pocos hombres –su abogado no conoce otro caso en Granada– que ha logrado que un juzgado le reconozca la incapacidad permanente total por estar enfermo de fibromialgia.

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No es este, no obstante, el único padecimiento que sufre Miguel Ángel, pues presenta además una depresión y problemas en la espalda (cuatro protusiones discales, una vértebra torcida y lumbalgia crónica).

Antes de que su espalda comenzara a resentirse y de serle diagnosticada el año pasado la fibromialgia, cuando de su humilde taller del barrio de la Chana salían cientos de bastidores para los alumnos de Bellas Artes de Granada, era capaz de descargar él solo tres camiones de madera. Ahora apenas aguanta con el cepillo de dientes dos minutos sin cansarse.

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En la carpintería que regentaba, Miguel Ángel hacía de todo: aparte de descargar la mercancía –manejaba aglomerados muy grandes y de mucho peso–, atendía al público, estaba en la oficina y elaboraba los encargos que recibía. «Más que un carpintero era un artesano», afirma orgullosa Paqui Boldoba, su mujer, que recuerda las «mesas para toda la vida» que hacía su marido con sus virtuosas manos. Era un tipo fuerte y activo y es como si la batería se le hubiera agotado de golpe y antes de tiempo.

Ella es ahora «su bastón», «su enfermera», como admite Miguel Ángel, que vive dolorido y ‘enganchado’ a la morfina y por la noche el insomnio viene a verle. «Me dan las cinco de la mañana, incluso las seis, sin poder quedarme dormido», confiesa el granadino, que toma hasta diez pastillas diarias. Para él, la palabra fibromialgia es sinónimo de «desesperación», es «estar dentro de un cuerpo que no te pertenece».

El matrimonio, que tiene dos hijas adolescentes, ha encontrado un valioso apoyo, como resalta, en Agrafim, la Asociación Granadina de Fibromialgia, Encefalomielitis Miálgica ( Síndrome de Fatiga Crónica) y Sensibilidad Química Múltiple.

Total o absoluta

La incapacidad permanente total, como consta en la resolución de Miguel Ángel, impide a quien la padece la realización de todas o de las fundamentales tareas de su profesión habitual. Su reconocimiento conlleva el derecho a percibir una prestación calculada a razón del 55% de la base reguladora del salario.

La incapacidad permanente absoluta, sin embargo, es un grado de la invalidez permanente que hace que el trabajador esté inhabilitado por completo para toda profesión y oficio. Su declaración supone cobrar el cien por cien del salario.

La sentencia de este granadino considera acreditado que sus dolencias «le dejan un escaso margen de posibilidades de trabajar en la actividad a la que se ha venido dedicando y que, por lo tanto, es merecedor del reconocimiento de la prestación por incapacidad permanente total que de forma subsidiaria solicita». No le reconoce, en cambio, el grado de absoluta, que era la petición principal de su demanda.

Por eso, su abogado, Miguel Garrido Belmonte, ya ha interpuesto un recurso contra la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía,Ceuta y Melilla (TSJA), para solicitar que se le conceda la absoluta. Garrido, en cualquier caso, pone de relieve que «no es muy habitual» que se declare una incapacidad total a un hombre por fibromialgia, pues «no es habitual casi ni en las mujeres, y a las mujeres se les manifiesta casi el 90% más que a los hombres».

La resolución recurrida fue dictada el 29 de enero de 2019 por el Juzgado de lo Social número 6, cuya jueza estimó solo parcialmente la demanda de Miguel Ángel. El fallo detalla que el granadino padece «una historia de lumbalgia axial crónica de varios años de evolución» –los primeros dolores de espalda los tuvo a 17 años– y que ha sido tratado en la Unidad del Dolor, aparte de haber recibido alguna terapia puntual (infiltración).

18 puntos

Un informe médico emitido el 12 de junio del año pasado revelaba además que la fibromialgia que padece no es precisamente leve: tiene 18 puntos. «Es el nivel más alto», resalta resignado Miguel Ángel, antes de enumerar todas las partes del cuerpo que le duelen: cervicales, manos, codos, hombros, rodillas, muslos, pies, lumbares, el pecho… Además, sufre un trastorno mixto ansioso depresivo como consecuencia de su estado.

‘Migue’, como lo llama su esposa cariñosamente en un momento del encuentro con IDEAL, presenta, según el referido informe médico, el «patrón de marcha alterado». Los médicos y la jueza admiten, por tanto, que tiene dificultad para caminar, pero la sentencia introduce un matiz con el que no está para nada de acuerdo Miguel Ángel, que ya solo tiene, dice con tristeza, «días malos o muy malos». El fallo añade que «lo hace –andar– de forma independiente sin ayudas técnicas». El granadino afirma que desde hace un año necesita un andador, el mismo que ahora le acompaña a todos lados.

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