Cuando existe un dolor crónico en la zona lumbar que se extiende hacia las piernas y existe un compromiso inflamatorio de las articulaciones sacroilíacas, el médico puede haberle diagnosticado gracias a una resonancia magnética, una sacroileitis.Esta enfermedad ha formado parte del diagnóstico de las llamadas espondiloartropatías desde su inclusión en los criterios de Roma en 1961. Actualmente con una simple resonancia magnética se puede ver su evolución y el tratamiento a seguir según la edad del paciente pero no siempre es fácil llegar a su diagnóstico.
La lumbalgia crónica de tipo inflamatorio puede hacer sospechar que no solamente es la espalda lo que duele, sino que existen cambios radiológicos bien unilaterales o bilaterales en el peor de los casos, que muestran una posible espondilitis anquilosante. Este diagnóstico no es frecuente y de hecho, tarda en ser confirmado cerca de 8 años. A menudo no solo pasa inadvertido sino que se confunde con otras lumbalgias de distinta etiología.
La articulación sacroilíaca presenta normalmente un dolor que se encuentra en la espina ilíaca posterosuperior y normalmente irradia hasta la nalga. Generalmente a los pacientes les impide realizar actividades físicas y empeoran su vida cotidiana y se quejan cuando están sobre todo de pie. Andar por superficies irregulares, hacer movimientos cotidianos o coger peso, resulta imposible cuando se procure mover la zona lumbar.
Ciertamente los pacientes notan alivio cuando se sientan por la relajación de los músculos isquiotibiales y el dolor llamado sordo, es opresivo como si de una puñalada se tratara. Puede durar minutos o puede ser persistente cuando se presenta de repente por haber realizado un movimiento brusco.
La prevalencia del dolor de la articulación sacroilíaca no esta bien estudiado, hay numerosas etiologías para este dolor y las causas se pueden dividir en intraarticulares y extraarticulares. Para la exploración física se cuenta con una serie de 12 pruebas. El tratamiento para abordar la sacroiletitis se puede dividir en conservador, intervencionista donde se puede utilizar desde la infiltración con anestésico local y esteroide hasta radiofrecuencia y por ultimo quirúrgico para casos seleccionados. Es conveniente acudir a un reumatólogo para que descarte otro tipo de enfermedades y hay que recordar que ni un traumatólogo ni un rehabilitador podrán dar el diagnóstico preciso. Es tipo de artralgias comprometen el área reumatológica y debe ser estudiada por si el paciente cursa además con artritis reumatoide o espondiloartritis, entre otras enfermedades.
